CHAPAN WEEKEND
Hoy no voy a hablar sobre algún
videojuego en particular, hoy voy a hablar de un evento celebrado
este fin de semana en Valencia. El Salón del Manga (Japan Weekend en
Valencia, Chapan weekend en esta edición, no me preguntéis porque)
es un evento celebrado en las principales ciudades de España (Fuera
de España estas convenciones se conocen por otros nombres, Comiket,
Comic-on...), tales como Sevilla, Alicante, Valencia, Murcia,
Barcelona, Madrid... Y que consiste en un amplio recinto
estratégicamente rellenado de stands comerciales que venden
merchandising relacionado con la cultura otaku, zonas de actividades,
y mujeres escasas de ropa disfrazadas de personajes de sus mangas,
series, y videojuegos favoritos. Todo esto se traduce en cientos de
frikis que asisten a cada edición de los Salones dispuestos a
gastarse el dinero en el merchandising, la dignidad en las
actividades de karaoke o baile, y la honra ligando (o intentándolo)
con las mujeres disfrazadas, frikis entre los que me cuento.
Pero os preguntaréis ¿Porque hablamos
de un Salón del Manga en un blog de videojuegos? Si os preguntáis
eso es porque nunca habéis asistido a un evento como este. Se
llamará como se llame, pero gran parte de lo que se encuentra ahi,
tanto merchandising, como música, como disfraces, vienen de los
videojuegos. De hecho, con la popularización de algunos juegos
online como el fenómeno del League of Legends, cada vez se ve más
gente en estos eventos que ha asistido buscando únicamente cosas
relacionadas con sus juegos y, en algunos casos, como el de este
juego, pueden hartarse con lo que encuentren, pues hay para dar y
tomar.
Lo que vengo a contaros, sin embargo,
son solo quejas. Tanto en el evento de Valencia como en el de Sevilla
que se celebraba estos mismos días ha habido problemas relacionados
con el aforo máximo, que han dejado sin poder entrar a personas que
tenían compradas sus entradas y habían pagado el desplazamiento
hasta el emplazamiento. En el caso de Sevilla, se vendieron por
internet un mayor número de entradas que de personas que podían
alojar, resultando en gran cantidad de gente que se quedó sin poder
entrar. En Valencia no sucedió lo mismo, porque la triste
organización que protagoniza siempre el Salón en ésta mi ciudad
sigue sin plantearse que sería buena idea habilitar venta de
entradas online que evitara la creación de colas kilométricas . Los
incidentes aquí fueron diferentes. Aparte del enervante asunto del
constante aumento del precio de las entradas y de las colas infinitas
para comprarlas, el sábado surgieron nuevos incidentes que no había
visto antes por aquí. Resulta que cuando los asistentes, confiados,
salieron a la hora de comer del recinto, con el sello en el dorso de
la mano que aseguraba un rápido acceso de retorno cuando hubieran
saciado su hambre, se encontraron al volver con que, lejos de poder
entrar rápidamente, no podían entrar debido a que en su ausencia se
había alcanzado el aforo máximo. Se creó una cola sazonada de
codazos y empujones formada solo por gente que tenia su entrada
comprada y a la que se le negaba el acceso. La organización del
evento se superó esta edición en ambas ciudades, siendo incapaz de,
como en la pasada edición de Barcelona hace 3 semanas, vender un
número de entradas que encaje con el aforo y luego cerrar las
ventas: En ese mismo evento, las ventas de entradas de los 4 días
que duraba el salón se cerraron antes de que llegara siquiera el
primero de estos días.. Las colas avanzaron con normalidad y con una
calma mucho mayor de la que suele verse en el evento otaku más
importante de Cataluña.
Extraigo dos conclusiones. La primera,
ser friki está de moda. En todos los años que llevo asistiendo a
estos eventos jamás había presenciado una asistencia como la de
estos últimos eventos, y mucho menos me esperaba que se cerraran las
taquillas de 4 días antes de que empezaran. Puede ser debido a que
los que llevamos tiempo en esto nos cuesta desengancharnos, y las
nuevas generaciones se unen masivamente debido a los juegos populares
del momento. La segunda conclusión es que las organizadoras de estos
eventos no saben como manejar semejante número de asistentes, y
están cometiendo errores cada vez más destacables que no les dan
nada buena reputación.
Tras contaros como fue el finde, y el
motivo de mi enfado solo me queda aclarar que, todo eso que he dicho
que hacemos los frikis en estos eventos... bueno, no penséis mal de
mí, que yo no hago todo eso... yo no canto en karaokes...