25 de noviembre de 2014

CHAPAN WEEKEND


Hoy no voy a hablar sobre algún videojuego en particular, hoy voy a hablar de un evento celebrado este fin de semana en Valencia. El Salón del Manga (Japan Weekend en Valencia, Chapan weekend en esta edición, no me preguntéis porque) es un evento celebrado en las principales ciudades de España (Fuera de España estas convenciones se conocen por otros nombres, Comiket, Comic-on...), tales como Sevilla, Alicante, Valencia, Murcia, Barcelona, Madrid... Y que consiste en un amplio recinto estratégicamente rellenado de stands comerciales que venden merchandising relacionado con la cultura otaku, zonas de actividades, y mujeres escasas de ropa disfrazadas de personajes de sus mangas, series, y videojuegos favoritos. Todo esto se traduce en cientos de frikis que asisten a cada edición de los Salones dispuestos a gastarse el dinero en el merchandising, la dignidad en las actividades de karaoke o baile, y la honra ligando (o intentándolo) con las mujeres disfrazadas, frikis entre los que me cuento.

Pero os preguntaréis ¿Porque hablamos de un Salón del Manga en un blog de videojuegos? Si os preguntáis eso es porque nunca habéis asistido a un evento como este. Se llamará como se llame, pero gran parte de lo que se encuentra ahi, tanto merchandising, como música, como disfraces, vienen de los videojuegos. De hecho, con la popularización de algunos juegos online como el fenómeno del League of Legends, cada vez se ve más gente en estos eventos que ha asistido buscando únicamente cosas relacionadas con sus juegos y, en algunos casos, como el de este juego, pueden hartarse con lo que encuentren, pues hay para dar y tomar.



Lo que vengo a contaros, sin embargo, son solo quejas. Tanto en el evento de Valencia como en el de Sevilla que se celebraba estos mismos días ha habido problemas relacionados con el aforo máximo, que han dejado sin poder entrar a personas que tenían compradas sus entradas y habían pagado el desplazamiento hasta el emplazamiento. En el caso de Sevilla, se vendieron por internet un mayor número de entradas que de personas que podían alojar, resultando en gran cantidad de gente que se quedó sin poder entrar. En Valencia no sucedió lo mismo, porque la triste organización que protagoniza siempre el Salón en ésta mi ciudad sigue sin plantearse que sería buena idea habilitar venta de entradas online que evitara la creación de colas kilométricas . Los incidentes aquí fueron diferentes. Aparte del enervante asunto del constante aumento del precio de las entradas y de las colas infinitas para comprarlas, el sábado surgieron nuevos incidentes que no había visto antes por aquí. Resulta que cuando los asistentes, confiados, salieron a la hora de comer del recinto, con el sello en el dorso de la mano que aseguraba un rápido acceso de retorno cuando hubieran saciado su hambre, se encontraron al volver con que, lejos de poder entrar rápidamente, no podían entrar debido a que en su ausencia se había alcanzado el aforo máximo. Se creó una cola sazonada de codazos y empujones formada solo por gente que tenia su entrada comprada y a la que se le negaba el acceso. La organización del evento se superó esta edición en ambas ciudades, siendo incapaz de, como en la pasada edición de Barcelona hace 3 semanas, vender un número de entradas que encaje con el aforo y luego cerrar las ventas: En ese mismo evento, las ventas de entradas de los 4 días que duraba el salón se cerraron antes de que llegara siquiera el primero de estos días.. Las colas avanzaron con normalidad y con una calma mucho mayor de la que suele verse en el evento otaku más importante de Cataluña.



Extraigo dos conclusiones. La primera, ser friki está de moda. En todos los años que llevo asistiendo a estos eventos jamás había presenciado una asistencia como la de estos últimos eventos, y mucho menos me esperaba que se cerraran las taquillas de 4 días antes de que empezaran. Puede ser debido a que los que llevamos tiempo en esto nos cuesta desengancharnos, y las nuevas generaciones se unen masivamente debido a los juegos populares del momento. La segunda conclusión es que las organizadoras de estos eventos no saben como manejar semejante número de asistentes, y están cometiendo errores cada vez más destacables que no les dan nada buena reputación.

Tras contaros como fue el finde, y el motivo de mi enfado solo me queda aclarar que, todo eso que he dicho que hacemos los frikis en estos eventos... bueno, no penséis mal de mí, que yo no hago todo eso... yo no canto en karaokes...


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